"Cualquier contexto de guerra influye directamente en la forma como se constituye la identidad del ser humano dentro de una sociedad"

9 oct 2007

¿Por qué hacer este trabajo?

En nuestro deseo por entender la manera como se constituye la identidad del sujeto en nuestro país y queriendo enfocarnos en la perspectiva histórico-crítica, nos basamos en la visión de Ignacio Martín Baró como uno de los autores más reconocidos de ésta psicología. Éste explica la configuración de la identidad del ser humano a partir de la socialización política y a su vez, enfoca su trabajo en el análisis de la situación latinoamericana, en donde estudia el problema de identidad en los diferentes países.

3 comentarios:

Coco dijo...

Qbuen trabajo tienen ustedes niñas , les va a ir muy bien :)
las queremos
chau
Katirin y coquito

Anónimo dijo...

hula.. la teoria de Matin Baro tiene similitud con la teoria de Zemelman... los cuales dicen que es pertinente indagar en la relaidad historica del nuestros paises.

Toma Conciencia dijo...

La vida que escogimos de psicolog@s nos obliga a ser participes de las problematicas que se generan y sobre todo en nuestro país.
Felicidades, el blog esta muy bonito


Debido a que la identidad se forja a partir de los procesos de socialización, las graves consecuencias que deja la guerra sobre sus víctimas deben ser tratadas desde un trabajo colectivo entre el individuo y su sociedad.


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LA IDENTIDAD HUMANA CONFIGURADA EN UN CONTEXTO DE GUERRA


Al tener como marco de referencia la temática estudiada por la psicología histórico-crítica, se tiene como propósito analizar y comprender la manera en que el ser humano lleva a cabo la configuración de su identidad tanto personal como social, en medio de un contexto histórico marcado por diversas situaciones y condiciones de guerra.

El análisis y comprensión de lo anterior se considera de gran importancia, ya que permite observar la complejidad del contexto de guerra que se presenta actualmente en Colombia y a su vez, permite determinar la influencia que este tiene sobre el desarrollo de la identidad de su población; logrando así, una aplicación de los principales conceptos teóricos contemplados por la psicología histórico-crítica e indagados por su más representativo exponente, Ignacio Martín Baró; quien basó su trabajo en una profunda reflexión acerca de la función de las ciencias sociales, en la búsqueda de soluciones a la problemática de violencia manifestada en la sociedad latinoamericana.

De esta forma se puede decir que para desarrollar lo anteriormente propuesto de manera coherente, es pertinente iniciar con el planteamiento de la pregunta central de indagación que va seguida de su posible respuesta, para posteriormente, mostrar las ideas investigadas que permitan la argumentación y el análisis sobre la temática a tratar y de esta manera, obtener una respuesta a la pregunta de indagación, comprobando si dichas ideas sostienen o no la veracidad de la tesis expuesta, para así, exponer las conclusiones apropiadas. Debido a esto, se tiene como cuestionamiento principal a este ensayo: ¿Cómo se comprende desde la perspectiva de la psicología histórico-critica, la configuración de la identidad personal y social del ser humano en el contexto de guerra en Colombia?, con lo que se busca resaltar los aspectos más relevantes acerca de la configuración de dicha identidad.

Es así como a partir de la fundamentación teórica, se pretende sustentar como tesis la idea de que la configuración de la identidad personal y social del ser humano desde la visión de la psicología histórico-critica, se comprende de acuerdo a la manera en que se desarrollen sus procesos dialécticos de socialización; con los cuales, éste logra establecerse y tomar conciencia de su papel como sujeto histórico, entendiendo que en el contexto de guerra en Colombia, dicha configuración de la identidad se ve influenciada tanto por la ubicación social como por la cercanía del sujeto al contexto de guerra.

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, se considera fundamental resaltar la definición propuesta por Martín Baró (1986), en la cual expone que “La socialización es un proceso dialéctico a través del cual el individuo llega a ser históricamente un individuo concreto, mediante la configuración de sus necesidades, valores y esquemas de acción” (pg. 5); con esto se puede entender al proceso de socialización como aquella herramienta inicial con la que cada sujeto logra configurar su identidad, haciendo énfasis en que esta se manifiesta tanto a nivel individual como colectivo, y a su vez le permite al ser humano tener la base para determinar su modo de actuar.

Enfocándose en la construcción de la identidad del hombre, se debe precisar que esta se da a partir de los procesos de socialización, en los que cada sujeto logra definirse como persona concretando su identidad individual y así mismo, consigue definirse como miembro de una comunidad estableciendo su identidad social; no obstante, se debe reconocer que la identidad individual se forja a partir de algunas características particulares, como por ejemplo que se encuentra vinculada a un medio, es generalmente estable, se ratifica en las relaciones interpersonales y además, es resultado de la acción del individuo y su entorno social (Martín Baró, 1985); respecto a esto es relevante mencionar dos aspectos; en primera instancia que la configuración de dichas identidades en cada sujeto se presenta de manera simultánea, es decir, que ambas son realidades que van estrechamente ligadas y por lo tanto se deben concebir de cierta forma como una totalidad; y en segunda instancia que existe un término asociado directamente con el concepto de identidad, al que se le ha denominado, “Yo” (Martín Baró, 1986); debido a esto, se puede dar una explicación acerca de la forma en que el sujeto constituye su “Yo”, pues este tiene en cuenta tanto los aspectos que le corresponden individualmente, como aquellos que involucran a su medio social.

Del mismo modo, se considera necesario destacar la función del lenguaje dentro del proceso de socialización, ya que este se convierte en el mecanismo primordial de interacción, por medio del cual los sujetos logran conocer su realidad y a la vez, consiguen identificar la significación de los demás para la configuración de su identidad (Martín Baró, 1985); así, se puede pensar que estas significaciones varían según el grado de apreciación que el sujeto le atribuya a quienes le rodean, dependiendo del contexto en el que este se desenvuelva; aquí, se debe enfatizar en que el anterior mecanismo de socialización y de recolección de significaciones es comprendido como “el proceso dialéctico de socialización”.

Continuando con la idea sobre los procesos en los cuales el sujeto adquiere su identidad personal y social, resulta indispensable hablar acerca de la denominada “Socialización Política”, según la cual se explica la organización o ubicación del individuo dentro de la estructura de una sociedad, resaltando que esta se da a partir de las necesidades humanas que se tienen a nivel individual y colectivo (Martín Baró, 1986); respecto a esto resulta apropiado decir que la expresión “Política”, no hace referencia propiamente a lo relacionado con las normas y formas de comportamiento, sino más bien, corresponde a la estructuración de los seres humanos de acuerdo a sus necesidades; es así, como se puede pensar que es justamente con los procesos de socialización, con los que se consigue entender el conjunto de acciones que lleva a cabo el hombre de acuerdo al entorno de necesidades en que se encuentre inmerso.

Por otro lado, es pertinente reconocer la importancia de la función del hombre como sujeto histórico consciente dentro de los procesos de socialización; ya que es ésta, la base precisa para que el sujeto consiga actuar coherente y asertivamente, según las necesidades individuales y colectivas de su contexto. Sin embargo, para que el individuo se establezca verdaderamente como sujeto histórico, es indispensable que conozca y se apropie de las raíces históricas que lo anteceden, es decir, que sea consciente de su memoria histórica acerca de todos aquellos acontecimientos que han configurado la realidad a la que pertenece (Martín Baró, 1998); en referencia a esto, se logra plantear que la trascendencia de la memoria histórica, radica en el reconocimiento que hace el ser humano a su pasado, pues solo así se consigue generar la configuración de su identidad tanto personal como social. Además, es fundamental enfatizar que el hecho de que el hombre se asuma como sujeto histórico, implica que este ha estado inmerso en procesos de socialización específicos, por medio de los cuales ha podido llevar a cabo la definición de su “Yo” individual y colectivo, lo que lo capacita para actuar y al mismo tiempo transformar las circunstancias de su medio, convirtiéndose de cierta manera en memoria histórica para la construcción de la identidad de sujetos posteriores.

Por otro lado, se concibe notable entender que la configuración de la identidad personal y social del ser humano se ve directamente influenciada por las condiciones del entorno en el que se encuentra el sujeto, ya que los procesos de socialización que este realiza, estarán bajo las circunstancias de la realidad histórica concreta en la que se desarrolla (Martín Baró, 1986).

De acuerdo a lo anterior, se puede hacer un especial énfasis en el efecto que ejerce un determinado contexto de guerra, sobre los procedimientos de socialización de los sujetos y de igual forma, sobre la configuración de su identidad; aplicándose explícitamente a la realidad de guerra presente en Colombia. Con esto, se consigue afirmar que las situaciones de guerra que abarcan a una sociedad, traen consigo deterioros no solo a nivel comunitario, sino además a nivel individual, creando en ambos casos trastornos relacionados a la socialización (Martín Baró, 1990); esto permite deducir que, al estar perjudicados los procesos de socialización debido a la guerra, se encontrará perjudicada de igual manera, la construcción de la identidad o el “Yo” en el individuo y por ende en su comunidad.

Al aplicar la idea anterior al contexto de guerra en Colombia, resulta pertinente analizar la notoria dificultad que se puede presentar en la configuración de la identidad de personas víctimas del desplazamiento forzado; ya que el no tener una ubicación estable, tanto a nivel territorial como social, representará una mayor complicación en la configuración de su identidad personal y colectiva, teniendo en cuenta que su entorno de violencia e inestabilidad traerá consigo influencias directas sobre éste.

En referencia a lo anterior, resulta fundamental rescatar que la influencia de las condiciones de guerra no se asume equitativamente en toda la población, pues existen factores tales como la ubicación social, el momento histórico y el grado de inclusión en que el sujeto se encuentre respecto a ésta, que definirán su vulnerabilidad (Martín Baró, 1990); como por ejemplo, al hablar de la realidad colombiana, es posible pensar que aunque toda la sociedad permanezca en un mismo espacio físico y período histórico, es decir, que de cierta forma se encuentre bajo una identidad social “cercanamente” afectada, no significa necesariamente que todos los sujetos sean influenciados en la misma proporción, respecto a la configuración de su identidad personal.

Ahora bien, no sobra manifestar que aunque los grados de afectación provenientes de la guerra se presentan socialmente de manera más notoria, signifique dejar de lado la relevancia que estos tienen de forma individual; puesto que ambos están relacionados por medio de los constantes procesos de socialización en los que se encuentra inmerso el ser humano (Martín Baró, 1990); dicho en otras palabras, todo lo que ocurra en el contexto en el que esté el individuo, influirá directamente en su propia configuración. Esto permite comprender el argumento expuesto por Ignacio Martín-Baró (1990), en el cual explica que para llevar a cabo el acompañamiento psicosocial a una determinada población afectada por las consecuencias de la guerra, se debe tener en cuenta no solo la situación que se manifieste a nivel poblacional, sino además, se debe tomar consciencia de las secuelas presentes en cada uno de los sujetos que componen dicha población.

Para finalizar y teniendo como base todo lo expuesto anteriormente, resulta indiscutible confirmar que es por medio de los procesos dialécticos de socialización, por los cuales el individuo llega a configurar su identidad tanto personal como social, sin dejar de lado que esto se lleva a cabo gracias a la apropiación de su papel como sujeto histórico, pues es así como decide actuar consecuentemente con las necesidades de su entorno social. De igual manera, desde la perspectiva de la psicología histórico-crítica, se puede concluir que la construcción de la identidad personal y social del ser humano, enfocado en el contexto de guerra en Colombia, se comprende a partir tanto de los procesos de socialización en los que éste se desarrolle, como a partir de la ubicación social o cercanía del mismo a su contexto.


Bibliografía Consultada

Martín Baró, I. (1985) Acción e ideología psicología social desde Centroamérica. San salvador: Ed. Universidad Centroamericana José Simeón Cañas UCA

Martín Baró, I. (1986) Socialización política: dos temas críticos. San Salvador: Ed. Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA)

Martín Baró, I. (1990) Psicología social de la guerra: trauma y terapia. San Salvador: Ed. UCA

Martín Baró, I. (1998) Psicología de la liberación. Madrid: Ed. Trotta